Las patologías prevalentes en los ancianos
- Enfermedades isquémicas
- Enfermedades oncológicas
- Infecciones
- Sobre todo, y lo más importante, patologías degenerativas
- El dolor óseo y articular se da con muchísima prevalencia debido a un exceso de nocicepción siendo somático y no psicógeno, respondiendo muy bien a los AINES y a los analgésicos habituales.
Valoración del Dolor
El problema fundamental que presenta en el anciano a la hora de valorar el dolor, es, la necesidad de SENTARSE Y ESCUCHAR. El anciano muchas veces tiene afasia, no tiene paciencia, no quiere cambiar sus costumbres, tiene una concepción del dolor distinto... y tenemos que ser capaces de captar cómo nos trasmite su dolor y sus características. Por ejemplo, para un anciano, es frecuente escontrarse que, para él, el dolor se manifiesta como un 'picor constante'. Por tanto, es imprescindible dedicarles tiempo. También la percepción del dolor es menor, existiendo un componente emocional mayor.
-Lo primero que hay que valorar es la Historia Clínica, antecedentes, enfermedades... Nos puede ayudar para la recogida de datos adverbios como: donde, desde cuándo, cómo, cuando, a donde va... y preguntas de sí o no.
-Es necesario una buena exploración física y captar cuanto hay entorno a ese dolor:
Signos del Dolor
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Síntomas
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Taquicardia
| Alodina
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Hipertensión
| Analgesia
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Sudoración
| Anestesia
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Hipo
| Hiperalgesia
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Náuseas y Vómitos
| Parestesia
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Ansiedad/Depresión
| Hiperestesia
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Excitación/Apatía
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Insomnio
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Causas del Dolor
Como ya se ha dicho antes en la patología prevalente de la población geriátrica,
las principales causas del dolor son isquémicas, infecciones, neoplásicas y, principalmente degenerativas. La otra causa clara de dolor es por un trauma o intervención quirúrgica.
Manejo Terapéutico del Dolor en el Paciente Geriátrico
Es necesario saber las alteraciones de parámetros farmacocinéticos y farmacodinámicos derivados de los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento. Por ejemplo, disminución de la motilidad y flujo sanguíneo, también hay una disminución de agua y masa corporal y un menor funcionamiento renal. Todo esto influirá en la absorción, distribución y excreción de los fármacos, donde cualquier analgésico tendrá mayor tiempo de acción y más efecto, por lo que la dosis suele ser menor o las tomas más espaciadas.
Hay que tener siempre en cuenta que
la polimedicación es habitual en estos pacientes como consecuencia de su pluripatología, por lo que hay que valorar con detenimiento las posibles interaciones y RAM que puedan darse. Recordar la variación en la sensibildad y número de receptores, que influye en la percepción del dolor.
Tratamiento del Dolor en el Anciano
Para el anciano, el cuadro de dolor es SU ENFERMEDAD, que muchas veces no se puede operar. Por tanto se plantea un tratamiento de larga duración (incluso 10-15 años) y que puede taner su repercusión psicológica. Es necesario hacer una labor de adaptación a sus circunstancias y es importante tener paciencia.
Paciencia para comprender y captar las necesidades de estos pacientes y su dolor, paciencia para ver la efectividad de un tratamiento analgésico y paciencia para cambiar de tratamiento si no es efectivo. Cada enfermedad afecta de manera muy singular a cada paciente anciano, que, a su vez es singular.
Tratamientos no farmacológicos
Distracción
Conseguir que no centren su vida entera en el dolor y se vuelvan dependientes de ello.
Relajación
Par disminuir el posible estrés y ansiedad.
Ejercicio
Que ayuda a la distracción y favorece muchas veces al tratamiento del dolor.
Tratamiento farmacológico
Debe consultar a su médico a la hora de iniciar o interrumpir un tratamiento farmacológico